Amigo De Nadie
Julián es el nieto de un reconocido y respetado empresario antioqueño, durante la época de pablo escobar a finales de los 80s y principios de los 90s, cuando niño asesina a otro en lo que él asume fue [para su tranquilidad y justificarse] defensa propia y que su familia y amigos, en su desconocimiento, deciden ignorar las señales que indican su culpabilidad. Lo anterior junto a ciertos ideales que se le inculcaron, más el entorno violento en el que convive, le crean una desconexión o desinterés por el bienestar de los demás, permitiéndose una serie de comportamientos cuya única justificación es su propio criterio y beneficio.
Está inspirada en el libro titulado Para Matar Un Amigo de Juan José Gaviria y Simón Ospina que de por sí se inspiró en una historia real en la que un joven de una familia adinerada asesina a uno de sus amigos, a la madre de este y al vigilante del lugar.
El Duende
Esta historia no se concentra necesariamente en el narcotráfico o la violencia que vivió la ciudad sino que lo toca de manera tangencial aunque siempre está clara la influencia de ello en la ciudad y los personajes. El foco de Amigo de Nadie es el descenso moral cada vez más prominente de Julián y cómo la familia y amigos lidian con él o mejor dicho, no hacen nada para detenerlo, le huyen a la realidad y evitan aceptar en lo que se ha convertido. Lo que atrapa nuestra atención es la expectativa de ver hasta dónde es capaz de llegar, si en algún momento lo detendrán y cómo lo harán.
Juan Pablo Urrego como Julián es el centro de Amigo de Nadie, trasmite crudeza y cinismo, se hace despreciable con su sociopatía y la película sabe vender muy bien el miedo que produce en sus amigos y familiares, labor que recae en Patricia Tamayo como Elena, Catalina García es Carla (que sorprende) y Ricardo Mejía hace de Felipe, quienes potencian la excelente actuación de Urrego al proyectar esa “ingenuidad” y auto vendado que se hace inviable, absurdo y riesgoso.
El Pobre
Lo que hace Julián Delgado con su personaje de amigo del protagonista, es una mezcla de alivio cómico desde la tortura que no debería funcionar pero logra reflejar el dolor de lo que experimenta al mismo tiempo que nos saca una risa que no sé si es porque llegamos a un punto en que necesitamos relajarnos y ya hay algo roto por dentro.
Amigo de Nadie es una revisión interesante a los diferentes alcances que la época tuvo y mantiene en nuestra sociedad, una cultura y pensamiento del todo vale, de la segregación, clasismo y la masculinidad toxica, pero para mí, es principalmente, el relato de un sociópata, no tanto de cómo se creó sino de cómo se le dio rienda suelta porque se supone que su procedencia es la de “alguien de bien”.