Los Silencios

Amparo llega junto a sus dos hijos, Nuria de 12 años y Fabio de 9 a un lugar en la frontera de Colombia con Brasil y Perú, llamado la Isla de la Fantasía, allí se encuentran con una ¿tía? abuela quien quiere ayudarles a asentarse allí después de la desaparición, en un misterioso derrumbe, de la hija y esposo de Amparo que había sido amenazado por denunciar una petrolera que buscaba excavar en la región.

Allí en la Isla de la Fantasía conocemos los esfuerzos de Amparo por sacar adelante su familia, el camino de Fabio para ajustarse y el silencio de Nuria pues ella acompaña a su mamá y recorre la isla pero nunca habla, en especial después de conocer que su padre se encuentra allí.

Fantasmas

Mi experiencia con Los Silencios fue algo extraña, la historia siempre tuvo mi atención, quería saber que iba a pasar con la familia y ver hacia donde se dirigía el relato, tiene varios momentos visualmente bellos que nos atrapan en su atmósfera y envuelven en los colores, tiene algo de humor aunque es fundamentalmente emocional y su mensaje es intenso. No obstante, al mismo tiempo, llego un punto donde el ritmo me golpeo, la película se me alargó un poco y empecé a preguntarme cuál era la dirección y noté algo de sermón en uno que otro diálogo.

Pero de repente y completamente por sorpresa, sus momentos finales me sorprendieron, yo creía que había descifrado la dinámica, hasta el momento Los Silencios no pretendía esconder “el misterio” o giro en uno de sus componentes y de hecho después de un momento clave [para mí] fue tan obvio lo que sucedía pero miento si digo que lo vi venir, y no sólo fue una revelación narrativa sino que fue un momento que me hizo finalmente y realmente entender [espero] la película, lo particular de esta forma en que nos mostraron un relato sobre las víctimas del conflicto de nuestro país [que al final se extiende más allá de nuestro mapa], sobre la carga que trae el dolor y la función de este frente al perdón y la reconciliación, no sólo entre las partes que se involucran sino con nuestro pasado y nosotros mismos.

Adiós

En el momento que veía Los Silencios en el cine, hay una escena que me preguntaba si estas personas que estaban hablando eran víctimas reales, la forma en que se expresaban y lo que decían es tan genuino y como está construida toda la situación, nos obliga a hacernos esa pregunta. Al averiguar sobre esto, encontramos que en efecto eran personas que de una u otra forma han sufrido el conflicto y que sus palabras y pensamientos son verídicos, dándole un tono e impacto mucho más crudo y real a la película.

Los Silencios es una bella producción y vale la pena ir a verla, al salir de la función se queda en nuestra mente y nos da para reflexionar y conversar, su ritmo puede distraernos por momentos pero la película se siente completa una vez juntamos todas las piezas y llega a su final.

Está escrita y dirigida por: Beatriz Seigner y es protagonizada por: Marleyda Soto, María Paula Tabares, Enrique Diaz y Adolfo Savinino.