Matar a Jesús

El padre de Paula o “Lita”, como le dicen su familia y amigos, es asesinado frente a ella y justo en medio de ese estado de dolor, rabia e impotencia [ante la desidia de la policía] en que ella ha caído, por casualidad se encuentra con el asesino, a quien reconoce y decide acercársele con el propósito de matarlo para cobrar venganza.

Sin embargo hacerlo no resulta tan fácil, a nivel moral, ético, humano o logístico claramente no lo es pero ella es guiada por la ira, no, su complicación y duda se dan porque ella logra conocer una versión con la que se puede identificar, extrañamente establecen una ilusión de amistad y Jesús ya no es sólo el asesino de su papá también es un hijo, un hermano, es un ser humano al que ella piensa matar.

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Esta es una historia de duelo más que de venganza, la decisión de Lita de Matar a Jesús es su forma de lidiar con el dolor y eso es en lo que se centra la película, en acompañarla en ese camino y dejarnos presenciar esos momentos, la forma en que la cámara la sigue es capaz de desorientarnos cuando ella así lo está o reducir el campo visual para experimentar su incertidumbre y los acercamientos nos hacen sentir en el lugar y lo hacen muy personal.

Inquietud

Desde el momento que ella se acerca a Jesús estamos en constante angustia por ella, no siempre porque creamos que está en peligro sino que es esa incógnita de qué va a pasar y anticipación a lo que ella pueda hacer que nos mantiene expectantes e interesados hasta el último segundo.

Los personajes están muy bien definidos, Lita y la relación con su papá nos quedan claros en cinco minutos, sus acciones y como se desenvuelve tienen sentido y podemos imaginarnos eso sucediendo realmente, ella nos preocupa y queremos verla decidir lo correcto. Jesús no es que consiga simpatizarnos pero vemos a la persona, un lado bueno por así llamarlo y entendemos porque se da esa conexión con Paula.

Vía Proimágenes

Los protagonistas lo hacen muy bien, pero algunos de los otros actores, desde el aspecto de los diálogos, se puede decir que en algunos momentos pudo ser mejor, no es gran cosa, eso lo compensa la dirección y el montaje de Matar a Jesús, sabe aprovechar el lenguaje corporal e impactar desde la imagen, transmite muy bien las emociones y le dan mucha fluidez a la historia. Hay un momento que implica ordenar un cuarto que se ha vuelto uno de mis favoritos entre las películas que he visto en lo que va del año.

Medellín

La ambientación en Medellín y las locaciones exaltando el paisaje desde las montañas o la noche en la ciudad y las comunas consigue impresionar visualmente y le aporta mucho a esa atmósfera reflexiva que se complementa con la mezcla que hace de música y sonido ambiente.

Vía Proimágenes

Matar a Jesús es incisiva y absorbente, nos sumergimos en su historia y la sentimos durante toda su duración, hay un mensaje de duelo y dolor pero también de comprensión y crítica a esa situación que no se vive sólo en Medellín sino en toda Colombia sobre las oportunidades y el crimen que trae consigo un desapego a la vida.

Está dirigida por: Laura Mora quien escribe junto a Alonso Torres el guion y es protagonizada por: Natasha Jaramillo y Giovanny Rodríguez.