Nieta
En Mamá, Victoria (Helena Mallarino) recibe la confusa visita de su hija Sara (Julieth Restrepo) con quien lleva tiempo sin verse y además se hablan muy poco, y de su nieta Nicole (Alejandra Zuluaga), pero, la verdadera sorpresa es que Nicole se quedará con ella por unos días, alterando el transcurso normal de sus vida. Victoria se nota prevenida inicialmente pero Nicole se gana rápido su cariño así como el de Martha, la persona que le colabora en la casa a Victoria, las vemos disfrutar del campo y crear ese lazo que no habían tenido la oportunidad de disfrutar debido a la lejanía entre madre e hija.
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La Abuela
La primera parte de Mamá es de paciencia, depende de la persona si se afana por ver que algo “intenso” suceda, se trata más de mostrar la cotidianidad de una persona para poder contrastarla con las decisiones que vienen después que se vea afectada con algo como le sucede a Victoria, pero igual tiene sus desperfectos, especialmente se quedó algo corta cuando tratan, sin mucho éxito, de provocar suspenso o tensión, en el primero, alcanzamos a preocuparnos pero ya en las consecuencias mas no en la anticipación y en el otro, me causo fue gracia e impaciencia.
Para mí, esta película se trata de un momento específico, un momento que lo cambia todo, la forma de ver el pasado, el orgullo, las prioridades, la familia y en ese orden de ideas a la película misma, antes de ese momento acompañamos a Victoria y Nicole en su día a día, se la llevan bien, se la llevan mal, Victoria está sumergida en un proyecto que nos muestran es algo importante para ella y la niña es adorable, cumple su papel pero si bien mamá es una película bonita, no se siente nada diferente comparado con otras historias, hasta ese momento.
Mamá
A los cinco minutos de la película es evidente lo que sucede con Sara, no lo dicen pero es predecible, aunque tampoco creo que lo estuvieran escondiendo, estamos es esperando ver cómo lo van a manejar. Cuando llega ese momento, es sorprendente la habilidad con que representan una cantidad sentimientos y consiguen una escena tan emocional y conmovedora que además es seguida por otra donde el impacto del lenguaje corporal es muy efectivo y el resto de la película está tan bien manejado, con pocas palabras pero oportunas, muy bien actuadas, con mucha precisión, que todo eso en conjunto logra darle otro sentido a lo que vimos anteriormente, y es ahí, como lo ha dicho la promoción, que la película consigue hablarnos de “la cotidianidad, el perdón, las pequeñas cosas, la importancia del tiempo, la familia y el valor de la vida”.
Helena Mallarino y Julieth Restrepo son dos actrices increíbles que cargan en sus hombros la película, los paisajes de la Calera y Villa de Leyva son una excelente ambientación pero sobre todo la música tuvo un papel muy significativo, la composición de Paula Van Hissenhoven, en ese momento importante, tiene mucha fuerza para elevar las emociones, resalta de muy buena forma, no pretendiendo obligarnos a sentir algo sino complementando y potenciando lo que ya estamos experimentando, haciéndonos sentir su presencia.
Dirigida por Philippe Van Hissenhoven quien escribe el guion junto a María Angélica Tovar y protagonizada por Helena Mallarino, Alejandra Zuluaga y Julieth Restrepo.